Experiencias
Avistaje de Fauna Marina
Las características geográficas de nuestra costa atlántica hacen de esta zona un lugar único y especial para la vida marina.
La estepa unida con el mar da forma a paisajes asombrosos: enormes acantilados, amplios campos de dunas y médanos, extensas y solitarias playas, bancos de arena, y el singular paisaje de restingas cuando se produce la bajamar.
En la mayoría de los casos, esta geografía permanece virgen e inmutable desde tiempos remotos y, en algunos puntos específicos de la costa, hay balnearios, áreas protegidas y pequeñas villas marítimas que facilitan el acceso a este paraíso natural donde diferentes especies animales conviven en armonía.
El visitante puede disfrutar de este entorno maravilloso a través de diferentes experiencias que van desde el simple paseo contemplativo o recreativo y el safari fotográfico hasta los paseos embarcados y la práctica de buceo. Estas experiencias lo acercarán a un mundo pintoresco e increíble que puebla el cielo, las playas, la roca de los acantilados y la superficie y los fondos marinos.
Una de las actividades que más interés despierta en los visitantes es el avistaje de la ballena franca austral. Esta especie, considera patrimonio natural, año tras año cobra mayor presencia en nuestra costa.
La zona donde se concentran los servicios de excursiones es el Golfo San Matías, principalmente en Las Grutas y Puerto San Antonio Este sobre la Bahía de San Antonio.
Las salidas embarcadas, que pueden durar hasta más de dos horas, se realizan durante todo el año, pero la temporada de avistaje de ballenas se extiende desde mediados de agosto hasta octubre. Las excursiones se realizan, de manera amigable y respetuosa, en pequeñas embarcaciones impulsadas por motores ecológicos que permite observar a los animales desde una cercanía asombrosa que transforma a la experiencia en un recuerdo inolvidable para el visitante.
Durante los paseos es posible ver una gran variedad de aves que son parte del ecosistema marino costero, entre ellas pingüinos, cormoranes, gaviotas, petreles, albatros, golondrinas y otras aves playeras, además de lobos marinos, delfines y, en ocasiones especiales, hasta orcas.
Pero también bajo la superficie del agua existe otro mundo que podemos descubrir. Una gran cantidad de peces y crustáceos vive entre los arrecifes rocosos cercanos a la costa. En las inmersiones de buceo es posible ver cangrejos, esponjas, caracoles y otras especies más exóticas como caballitos de mar, almejas púrpura o pulpitos patagónicos.
Otra manera de disfrutar de la observación de fauna es recorriendo el “Camino de la Costa”, la ruta escénica que propone la Ruta Provincial 1 que se extiende a lo largo de la parte norte del golfo sobre magníficos acantilados.
A lo largo de este trazado, que une Viedma con las cercanías del puerto de San Antonio Este, el viajero podrá visitar distintos puntos de interés, además de ver animales en su estado natural y salvaje. La primera parte de esta ruta acompaña el último tramo del Río Negro hasta su desembocadura en el océano Atlántico, en las cercanías del Balneario El Cóndor donde se encuentra la colonia de loros barranqueros más grande del mundo.
Uno kilómetros más hacia el este se llega a La Lobería, donde está la Reserva Faunística Punta Bermeja, uno de los mayores apostaderos continentales de lobo marino de un pelo. Aquí hay un centro de interpretación y un mirador al borde del acantilado con una espectacular vista de la playa y la colonia.
Más adelante el viajero encontrará Bahía Creek, un balneario pequeño y solitario rodeado de médanos donde, en temporada, es posible ver ballenas y toninas overas desde la costa, además de gigantescas bandadas de gaviotas y otras aves. Muy cerca de este lugar se encuentra la Reserva Natural Protegida La Caleta de los Loros, donde se pueden observar cisnes de cuello negro y flamencos rosados.
En cualquier lugar costero que el visitante elija para realizar actividades de avistaje, desde Viedma a Playas Doradas, el resultado será el mismo: una experiencia inolvidable.